Mi hija, Mi sombra.

Luciana Ratto
4 jul 2017
3 Min. de lectura

Cuando nació Lua, mi practica de yoga llego a su máximo esplendor, ustedes dirán como si es que ya no tienes tiempo para practicar? Pues la verdad es que lo que normalmente se ve en las clases de yoga es solo la parte física, el yoga va mucho más allá de eso es mantener la calma ante la avalancha de hormonas que se viene luego del parto, es poder disfrutar del momento presente sin dejar que la angustia de madre primeriza invada mis venas, es saber que esos momentos de entrega total no se repetirán nunca jamás en la vida y sobretodo es no olvidar nunca que todo está conectado, que mi hija es mi espejo y que su salud es solo el reflejo de mis patrones mentales y de los programas que ha heredado. Stop! Como es eso???

Quiero contarles un poco sobre lo que es el proyecto sentido… durante el embarazo, el bebé y la madre están fusionados, ese vínculo hace que él bebe sienta todas las emociones de su madre. Es a través del líquido amniótico cargado con hormonas (de estrés y placer entre muchas otras) que la madre transmite su estado emocional al bebe, estados que quedaran grabados en el bebé como experiencias propias y lo condicionarán durante el resto de su vida.

Durante todo mi embarazo fui descubriendo eso y mucho más. Reviví el embarazo de mi madre, de mi abuela y así hasta más arriba. Cuando tome conciencia de todos los patrones heredados y estancados en mi ser, comencé a preocuparme demasiado por cada una de las emociones y vivencias que estaba experimentando, mi deseo de proteger a mi hija me hizo ponerme un escudo para no tener “emociones negativas” hasta que alguien me dijo “Tú bebé debe saber que su mama es un ser humano imperfecto que también está triste, que también se angustia y que todas son emociones” y fue ahí cuando empecé a aceptar y soltar.

Luana llego para hacer consciente lo inconsciente para enseñarme que los hijos son la solución inconsciente a los problemas, deseos y conflictos de los padres. Todos somos concebidos bajo un deseo o intención que determina de forma profunda nuestro carácter e incluso nuestra profesión. Y que pasa con aquellos niños que no fueron planeados o deseados? Esto es a nivel inconsciente, quizá los padres no los quería traer conscientemente pero inconscientemente eran necesarios para su aprendizaje y evolución.

Nuestros hijos son nuestros maestros, nos viene a mostrar nuestra sombra, la sombra son aquellos aspectos ocultos, positivos o negativos. Son partes de nuestro inconsciente que están negadas o escondidas. Solemos normalmente mostrar al mundo, nuestra personalidad y esconder nuestra sombra. Cuando nuestros hijos enferman, no duermen o simplemente están irritables nos están mostrando una parte de nuestra sombra, cuando tomamos conciencia de que es lo que hay detrás de esa conducta, el problema se libera y el niño presenta una mejoría prácticamente instantánea.

Luana vino a enseñarme que la paciencia no es una utopía, que mi respiración es mi ancla, que lo que más me molesta de los otros es lo que menos tolero de mi misma, que todo es biológico, que la vida es linda, que el mundo es sencillo y que las cosas se resuelven solas, cuando dejamos que nuestro inconsciente salga y se expresarse, que cuando dejas de luchar por retener, por cambiar, por tener y por ser… todo fluye…